Con motivo de la noticia del fallecimiento de nuestro querido compañero y asociado Pedro Martín Fernández el pasado 28 de julio, quien ocupó los cargos de Presidente del Consejo de Cuentas de  Castilla y León, Presidente del Tribunal Económico Administrativo Regional e Interventor General de la Junta de Castilla y León, en homenaje a su trayectoria profesional y al grato recuerdo que de él tenía, nuestro compañero Gaspar-Roberto Laredo Herreros le dedica las siguientes líneas que nos complace compartir con vosotros:

Al comenzar el funcionamiento de las Comunidades Autónomas varios compañeros del Cuerpo fuimos consultados para ver si estábamos dispuestos a hacernos cargo de las Intervenciones Generales de las nuevas Administraciones. Era un ofrecimiento importante y novedoso, tanto debido al prestigio de nuestro Cuerpo, como a las necesidades de las nuevas administraciones, de funcionarios competentes en una rama de la Hacienda Pública bastante desconocida para los nuevos gestores políticos.

Unos pocos, al principio, aceptamos el ofrecimiento que se nos hizo pues suponía un importante reto profesional, especialmente para quienes estábamos destinados en las Intervenciones Territoriales.

Teníamos ante nosotros, al aceptar el ofrecimiento, una ardua tarea como era organizar, en un sentido muy amplio, las nuevas administraciones, pues no solo se nos recababa y necesitaba para la gestión financiera y presupuestaria, sino que como bien sabemos, esa gestión ha de ir acompañando a otros sectores de la actividad pública: nóminas, contratación, subvenciones, etc.

Por otra parte, hay que recordar que unas Comunidades eran uniprovinciales y debían seguir con las competencias de las extintas Diputaciones Provinciales, mientras que otras, las pluriprovinciales, partían de cero.

Y todo ello hubo que afrontarlo sin personal y en algunos casos, especialmente en las uniprovinciales, con funcionarios de las extintas Diputaciones que nos veían como “invasores”. 

Había que empezar, en primer lugar, con la clarificación de nuestra situación administrativa. En este sentido hay que dejar constancia de que los servicios centrales del Ministerio nos apoyaron y se diseñaron unas raras “comisiones de servicio” que amparaban nuestra presencia en las Comunidades. Hago estas reflexiones para situarnos en aquellos primeros años de 1982 y 83.

Entramos en contacto los compañeros de aquellas fatigas iniciales y concertamos reuniones para coordinar nuestras actuaciones al hilo de los temas y problemas que teníamos que afrontar cada día en nuestro nuevo puesto de trabajo.

Así empezamos a reunirnos en Logroño los Interventores Generales de La Rioja (obviamente), Aragón, Castilla León y Cantabria con una frecuencia prácticamente bimestral, aunque sin una periodicidad establecida. La elección de Logroño se debió a que era prácticamente equidistante de las restantes Comunidades que participábamos. Y, además, porque como entre semana estábamos agobiados por lo que antes he expuesto, las reuniones eran en fin de semana, normalmente, toda la mañana del sábado y ya por la tarde Logroño y cercanías son y eran una buena “oferta”. Además, al ser en fin de semana, nuestras familias empezaron a conocerse y surgieron lazos de amistad que han perdurado con el paso del tiempo.

Así fue como entramos en contacto Pedro Martín Fernández, José María Rodríguez Jordá, (ambos fallecidos), Emilio Gómez Ortigosa y yo. Y al poco tiempo se unieron los compañeros en Cataluña y Madrid: Miguel Parra y Fernando Gasalla. Y luego José Manuel Martín Chaves de Castilla La Mancha.

Fueron reuniones de muy fructífero trabajo ya que tuvimos que poner en marcha, en unas nuevas administraciones, todo lo relativo a las áreas de Presupuestos, Contabilidad, Control, Tesorería y temas con ellos relacionados. Y sin personal adecuado, al principio, o con muy pocos efectivos. Pero a la par del ingente trabajo podemos considerar como muy fructífera esa etapa ya que somos autores de los “cimientos y primeras plantas” del edificio autonómico. Posteriormente fuimos consiguiendo ayudas fundamentales, desde la IGAE, tanto en temas de personal como en algunos asesoramientos técnicos. Y esas reuniones se consolidaron de tal manera que la IGAE empezó a participar en ellas interviniendo parte de sus cuadros directivos. Mención especial fue en los primeros momentos la presencia de Jaime Pou que estaba en plena implantación del SICOP (Sistema de Información Contable de la AGE). Y esas reuniones de coordinación con la IGAE fueron rotando por las distintas Comunidades.

Pedro Martín era un referente en muchos aspectos y sus opiniones casi eran “dogmas”, pues unía una gran clarividencia y facilidad expositiva en sus planteamientos. Y, además, añadía su gran experiencia profesional, ya que al aprobar la oposición en 1964 (entonces Cuerpo Pericial de Contabilidad) con 23 años fue el más joven de su promoción. Y ello le permitió desempeñar varios destinos en las Intervenciones de Santa Cruz de Tenerife, San Sebastián y Soria, con lo que acumuló la experiencia suficiente para afrontar los retos en la Junta de Castilla-León. Primero como Interventor General y luego como Presidente del Consejo de Cuentas de esa Comunidad, es decir, apostó por servir en esa Comunidad Autónoma y en ella se jubiló.

Pedro Martín fue una persona con mucha vinculación a esta tierra cántabra, pues su mujer es de Santander y aquí pasaban todos los veranos sus vacaciones durante los cuales tuvimos muchas reuniones en plan vacacional, aunque, lógicamente, siempre salían temas profesionales a colación.

Recojo y hago mías unas palabras que me ha dicho su compañero de promoción del 64, Emilio González Santacana, sobre nuestro compañero Pedro: Era una persona con gran capacidad de trabajo e inquietud por la innovación de procedimientos en la Administración, impulsado por su despierta inteligencia y afable trato. Y siempre pendiente de cualquier iniciativa que pudiera afectar al mejor desarrollo de nuestras funciones.

Gaspar-Roberto Laredo Herreros

Interventor Regional y Delegado Especial de 

Economía y Hacienda de Cantabria (1998-2013)